Einstein, miembro de la Academia Olimpia

Einstein no compartía la frase de Groucho Marxnunca perteneceré a un club que admita de socio a un tipo como yo”. El genial físico mostró sus inquietudes sociales y políticas en numerosas ocasiones y militó y sufragó distintas sociedades.

El primer grupo del que formó parte fue la Academia Olimpia, una especie de club de los poetas muertos en el que sus amigos hacían reuniones ceremoniosas y hablaban de ciencia y de política. El propio Einstein declaró que aquella academia era “mucho más seria” que otras que conocería luego.

Cuando estalla la Primera Guerra Mundial firma el Manifiesto para los europeos, de carácter internacionalista y pacifista.

Poco después, ingresa en la Liga del Nuevo Padrinazgo, una organización pacifista que defiende la cooperación internacional para gobernar el mundo. Envía dinero en secreto para financiar campañas pacifistas en Suiza y Holanda.

En 1923, seis años después de la revolución bolchevique en Rusia, Einstein se hace miembro de la Asociación de Amigos de la Nueva Rusia y envía dinero al régimen soviético.

En sus cartas, Einstein se muestra muy impresionado por el hecho de que el nuevo sistema de la URSS hubiera eliminado la prostitución; pero estas vinculaciones le valieron ser investigado por el FBI durante la caza de brujas de los años cincuenta, bajo la sospecha de ser un amigo de los comunistas.