Origen de la mala suerte del color amarillo

La costumbre de relacionar el color amarillo con la mala suerte en determinados ámbitos sociales y profesionales, sobre todo en los relacionados con el mundo del espectáculo, tiene su origen en el color de la ropa que Jean Baptiste Poquelin, más conocido como Molière, llevaba el día de su muerte.

El 17 de febrero de 1673, siete días después del estreno de El enfermo imaginario, obra en la que él mismo representaba el papel principal vestido con un traje de amarillo, Molière sufrió un ataque de tos que a duras penas pudo seguir con la representación. A las pocas horas el dramaturgo murió sin que su esposa pudiera encontrar un sacerdote que le diese la extremaunción, desde entonces se asocia el color amarillo a la mala suerte.