El ronroneo aparece en los gatos a partir de la primera semana de vida. Y es probable que un gato feliz ronronee al ser amamantado por su madre o acariciado por su dueño.
Pero, según los especialistas en etología, está demostrado que algunos datos enfermos, heridos o incluso moribundos, ronronean con tanta fuerza como los satisfechos.
¿Una contradicción? No; los expertos creen que lo que el felino pretende con su ronroneo es manifestar una actitud amistosa, hacerse querer.
De modo que, a los gatos, el lenguaje del ronroneo les sirve tanto para expresar una situación de bienestar como para emitir una urgente demanda de socorro.
Preguntas y respuestas
Ciencias sociales
Ciencias naturales