Los remolinos están causados por la fuerza de Coriolis, descrita en el siglo XIX por Gustave-Gaspard Coriolis, ingeniero y matemático francés. Se trata de la fuerza de inercia debida a la rotación de la Tierra, que gira de Oeste a Este. En el hemisferio Norte, el efecto de Coriolis desvía hacia la derecha las corrientes de viento y agua que se mueven horizontalmente; por el contrario, en el hemisferio sur se produce una desviación hacia la izquierda de viento y agua.
Por ello, los remolinos de viento y agua -huracanes y tifones- giran en sentido opuesto a las agujas del reloj en el hemisferio Norte y lo hacen al contrario en el hemisferio Sur. El mismo fenómeno se aplica a la corriente de agua que cae por un sumidero. En realidad, el hecho de que el agua forme remolinos es un recuerdo palpable de la rotación de la Tierra.
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