¿Qué coche fue el primero en utilizar frenos de disco? Lanchester

La aplicación de los frenos de disco data de 1902. Se montaron en un Lanchester de 18 CV de potencia. Pero entonces lo que estaba de moda eran los frenos de tambor. En el primer caso, unas mordazas aprietan las zapatas contra un disco pegado a la rueda, mientras que, en el segundo, aquéllas van alojadas en un tambor y la presión contra las paredes del mismo se produce cuando se expansionan por medio de un bombín. Las ventajas de los discos son evidentes: mejor ventilación, superficie de frenado mayor y más homogénea y reglaje más sencillo.

Actualmente, todos los automóviles utilizan frenos de disco en el eje delantero, mientras los tambores se emplean en el eje trasero en aquellos coches que no requieren elevadas potencias de frenado.

En un turismo convencional no resulta difícil que la temperatura de los frenos alcance los 500 grados centígrados y, en casos extremos, pueda llegar incluso a los 700 grados.