Manual para ser un líder

Por encima de los momentos históricos concretos, los verdaderos líderes sociales deben reunir siempre una serie de características:

  • Seductores. Capaces de convencer a la gente incluso de lo contrario de lo que pensaban, y de hacerse perdonar los errores más graves.

  • Intuitivos. Con un sexto sentido, unas antenas que les hagan husmear y saber qué es lo que quiere la gente.

  • Decididos y firmes. Los ciudadanos no perdonan nunca en un gobernante la duda, la indecisión. Hay que tomar decisiones aunque sean equivocadas. El buen líder sabrá luego siempre hacerse sus errores. Así lo hizo John F. Kennedy con su frustrada invasión de Cuba.

  • Con pocos escrúpulos. Siempre deben dejar en el camino de su ascensión hacia la cima varios cadáveres de amigos. No deben tener escrúpulos para prescindir de su ideología y algunos de sus compañeros de camino para llegar al poder y mantenerse en él.

  • Foto-telegénicos. En la era de la televisión, quienes den mal ante la cámara no pueden aspirar a ser auténticos líderes.

  • Breves. Lo mejor que le puede ocurrir a un líder es desaparecer pronto del poder. No dará tiempo a que la gente se canse de él y provocará que, cuando las cosas vayan mal, la sociedad reclame su retorno. Si además, el líder muere violentamente, pronto se creará un mito (Kennedy, Luther King, Gandhi).